PARQUE NATURAL DE LA SIERRA DE MARIOLA

Esta increíble región cuenta con magníficos conjuntos etnológicos y numerosos yacimientos. Entre tan rico patrimonio destacan más de 100 yacimientos, numerosas ermitas, masías y varias  torres defensivas y castillos. Molinos, hornos de cal, infraestructuras hidráulicas… Son de especial interés, los numerosos pozos  para almacenar la nieve.

En épocas en donde no existían las neveras, almacenar la nieve para el verano era de vital importancia y no hace ni un siglo el comercio de la nieve era el sustento de muchas familias. Hoy día también son un buen negocio para atraer al turismo ávido de conocer la arquitectura rural, como la Cava de Don Miguel, o la Cava Arqueada..

La Serra Mariola, esta englobada dentro de lo que se conoce como el Sistema Plebético, es una orografía muy agreste. Al estar constituida principalmente por materiales calizos. Presenta numerosas formaciones Kársticas, externas e internas. Estos materiales corresponden al Cretácico superior, en su mayor parte. La altura máxima de la sierra es el pico del Montcabrer, con 1390 m, siendo el tercero de la provincia de Alicante. Además de éste, son numerosas las cimas de más de mil metros, como el Alto de Mariola (1.158 m), El Contador (1.232 m) y El Portín (1.081 m).

El castillo de Cocentaina es ejemplo del estilo gótico militar más interesante del Reino de Valencia, se encuentra situado en un peñasco que domina la población de Cocentaina. Está construido sobre asentamientos de la edad de bronce y es de origen musulmán, y transformado después de la conquista de Jaime I. También podemos encontrar en este territorio los castillos de Penella, de Banyeres, de Serrella y de Agres.

Otro de los tesoros patrimoniales que posee la Serra Mariola son las numerosas ermitas de diferentes épocas y estilos. Es un ejemplo de la fe de las gentes de esta tierra. A partir de los siglos XIII y XV, tras la conquista aparecen numerosas ermitas que se levantan, sobre todo como protección de las grandes epidemias de la época, el cólera y la peste. Y también como protección a los diversos oficios, actividades y para protección de las cosechas.

La Serra de Mariola mantiene un nivel notable de aves rapaces y granívoras: como la perdiz, el verdecillo o el pinzón; insectívoras como el petirrojo, el carbonero común o el pito real o rapaces como el águila real, el azor, el gavilán, el cernícalo vulgar, el búho real, el búho chico, el mochuelo, el cárabo, la lechuza, el autillo, el buitre leonado y el milano real.

Los mamíferos también son abundantes destacando el conejo, la garduña, la comadreja, la jineta, el tejón, el zorro negro y el jabalí, gato montés .

También destacan algunos insectos como las pulgas de agua y los mosquitos. Debido a la gran variedad de ambientes la sierra posee una gran riqueza faunística.

Entre los reptiles son de destacar la lagartija ibérica o la lagartija cenicienta, el lagarto ocelado, la culebra viperina o la víbora hocicuda.

La Flora es notablemente esta sierra en variedades vegetales, ya que cuenta con más de 1.000 especies. La mayor parte del parque se encuentra cubierto de pinares de pino Carrasco (pinus halepensis), acompañados de las muy célebres y numerosas especies de plantas aromáticas y con propiedades curativas, utilizadas como remedos caseros para muchas enfermedades, como para recetas culinarias y la elaboración de licores.

Entre todas ellas destaca la presencia del tomillo, el rabo de gato, el espliego, el fresnillo o díctamo, la salvia de Mariola, la santónica, la pimentera, romero y el té de roca.