Poblada ya en la época de los romanos como demuestran inscripciones y restos encontrados, Onda fue una fortaleza de una gran importancia en la época de los musulmanes. Su castillo dominaba las tierras de la Sierra de Espadán, y tenia tantas torres que era un baluarte inexpugnable, para proteger la Villa de Onda y sus habitantes.
Ubicada sobre un monte que domina la llanura y es la puerta de entrada a la sierra de Espadán. Su origen se pierde en el tiempo y conserva buena parte de su trazado y del casillo medieval, conocido como el de “las trescientas torres”. Es un centro importante de producción de cerámica, y también cuenta con un interesante museo de la cerámica.
Como la mayoría de las Villas del antiguo Reino de Valencia tiene su casco antiguo, que es un conglomerado de callejuelas estrechas, retorcidas y empinadas, que se remontan a la época musulmana, antiguamente estaba completamente amurallado, y hoy lucen numerosos plafones cerámicos de los siglos XVIII al XX dedicados a los santos que dan nombres a calles y plazas.
El castillo de Onda está ubicado en una inmejorable situación defensiva, lo que ha hecho posible que se asentaran en estas tierras de los iberos, romanos, musulmanes y cristianos, que fueron construyendo y mejorando la fortaleza. Actualmente, acoge el Museo de Arqueología e Historia, del que desataca un interesante conjunto de yeserías musulmanas de estilo proto nazarí, único en la Comunidad Valenciana, y que proceden de una casa palaciega de Onda del XIII. Y el elemento más característico del entramado urbano es la plaza del Almudín, en donde se ubica el mercado desde el siglo XV al XIX. El porticado gótico que la enmarca por completo corresponde al siglo XV, con la antigua prisión, que se encontraba en la torre del Reloj, en uno de sus lados.
Pero hay un edificio que sobresale del resto, un conjunto formado por la nave principal, que tiene adosada la capilla de la Comunión y tras ella el campanario. Se trata de un templo barroco que empezó a construirse en 1727, tras un incendio devastador que destruyó la iglesia original del siglo XIV. Entre los tesoros que guarda en su interior, destacan especialmente el retablo de las Almas, del siglo XVI, de estilo hispano-flamenco, del maestro de Cabanyes; y el retablo de San Antonio y Santa Bárbara, de 1558, obra de Juan de Juanes. También hay que destacar, los frescos de la capilla de la Comunión son de José Vergara.
Por otra parte hay que destacar, que una pequeña ciudad como es Onda, tenga un Museo de Ciencias Naturales tan importante, con extensas colecciones de los mundos vegetal, animal y mineral. Entre los que destacan más de 2000 especies de mamíferos, aves, peces, reptiles, crustáceos batracios. Se encuentra ubicado en el convento del Carmen, que conserva parte de su iglesia y campanario original, así como su iglesia moderna de estilo gótico. Otra colección muy interesante de la ciudad es la del Museo del Azulejo Manolo Safont, cuenta con más de 20.000 piezas de cerámica arquitectónica valenciana, que abarcan desde la época clásica a la actual.
En cuanto a la economía de Onda principalmente son dos: la Industria del sector cerámico, la fabricación de azulejos y pavimentos, que son exportados a todo el mundo, es el principal motor de la economía ondense. Y la agricultura, sobre todo el cultivo de cítricos.
Onda es una ciudad de la Comunidad Valenciana, se encuentra en provincia de Castellón y en la comarca de la Plana Baja. A 192 m. sobre el nivel del mar y con una población de 24.850 (2018) y con una superficie de 108,4 km².
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Onda turismo:
Referencias:
Comunidad Valenciana. National Geographic (2011)
Ayuntamiento de Onda