Historia de la Naranja Valenciana

La historia de la Naranja Valenciana se remonta a varios siglos atrás en la región de Valencia, España. Se cree que la naranja fue introducida en la península ibérica por los árabes durante su dominio en la Edad Media. Sin embargo, fue en el siglo XIX cuando la naranja comenzó a adquirir una gran importancia en la economía valenciana.

 

Durante ese tiempo, el cultivo de naranjas se expandió significativamente en la región debido a su clima mediterráneo favorable y la disponibilidad de agua. Los agricultores valencianos empezaron a dedicarse cada vez más al cultivo de naranjas, y la demanda de estas frutas empezó a crecer tanto a nivel nacional como internacional.

 

La variedad de naranja más emblemática de Valencia es la conocida como "Naranja de Valencia" o "Navel". Esta variedad se caracteriza por su pulpa jugosa, su sabor dulce y su facilidad para pelar. Además, la Naranja de Valencia es rica en vitamina C y otros nutrientes, lo que la convierte en una fruta muy apreciada tanto por su sabor como por sus beneficios para la salud.

 

En la actualidad, la Naranja de Valencia sigue siendo uno de los productos más reconocidos de la región y un símbolo de calidad y frescura. La denominación de origen "Naranja de Valencia" garantiza que las naranjas provienen de esta zona geográfica y cumplen con los estándares de calidad establecidos.

 

La naranja valenciana se exporta a muchos países alrededor del mundo, y es muy apreciada por su sabor y calidad. Además, la tradición de la recolección manual de las naranjas sigue vigente en muchos huertos valencianos, lo que contribuye a mantener la calidad de la fruta.

Según la ciencia que ha analizado la genética de la naranja, parece ser un híbrido del pomelo, la mandarina se va comenzar a cultivar a la China y los árabes la introdujeron en Valencia.

 

En Valencia, tenemos  una gran cantidad de variedades y desde el descubrimiento de padre Clement ”la clementina”, los esfuerzos de los biólogos se han centrado de crear variedades más atractivas para el consumidor “sin pepitas, fáciles de pelar, y muy sabrosas” que han dado un resultado magnifico. Además, todas las variedades se encuentran en un espacio de pocos kilómetros, cada una tiene su temporada y su cotización. Su sabor es ácido y dulce a la vez, la jugosidad y la frescura, son las características de un fruto que lo hace incomparable con cualquier otro. 

O sea, no hay nada mejor para comenzar el día que con un buen zumo de naranjas valencianas naturales. Solo se necesita cuatro naranjas grandes para zumo, un cuchillo, un esprimidor y un vaso. A mi no me gusta guardar las naranjas en el frigorífico, tengo la manía de que pierden sabor. Pero si las tienen en el frigorífico, previamente antes de exprimir las naranjas, se recomienda sacarlas del frigorífico y dejarlas a temperatura ambiente unos minutos.

En resumen, la historia de la Naranja Valenciana es una historia de tradición, dedicación y calidad. Esta fruta ha dejado una marca importante en la economía y cultura de la región de Valencia, y sigue siendo un símbolo de excelencia en el mundo de los cítricos.

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