La València Renacentista

La Valencia renacentista se refiere al periodo histórico en el cual la ciudad de Valencia experimentó un destacado desarrollo artístico, cultural y arquitectónico influenciado por el Renacimiento.

La Valencia renacentista se refiere al periodo histórico en el cual la ciudad de Valencia experimentó un destacado desarrollo artístico, cultural y arquitectónico influenciado por el Renacimiento.

Durante los siglos XV y XVI, Valencia vivió un florecimiento cultural y artístico, en el que se produjo una mezcla de influencias góticas y renacentistas. Esta época se caracterizó por una renovación en las artes, la arquitectura y el pensamiento, inspirada en los ideales del Renacimiento italiano.

 

En el ámbito de la arquitectura, se construyeron importantes edificios que reflejaban los principios renacentistas, como la Lonja de la Seda, un ejemplo destacado del gótico civil valenciano con influencias renacentistas. Esta obra maestra arquitectónica es reconocida por su elegancia y riqueza ornamental.

 

En el ámbito artístico, Valencia contó con destacados artistas renacentistas, como los pintores Vicente Macip, conocido como Joan de Joanes, y Hernando Llanos, quienes dejaron un importante legado artístico en la ciudad. Además, la escultura también experimentó un gran desarrollo, destacando artistas como Pere Compte y Joan Mates.

 

La Universidad de Valencia, fundada en 1499, fue otro elemento fundamental en el desarrollo del pensamiento renacentista en la ciudad. En esta institución se estudiaron y difundieron las ideas humanistas y se formaron importantes figuras intelectuales.

 

La Valencia renacentista también se vio influenciada por el auge del comercio y la expansión de la burguesía. La ciudad se convirtió en un importante centro económico y mercantil, lo que permitió el florecimiento de las artes y la cultura.

 

La represión y castigo a los "agermanats" por parte de la reina Germana de Foix, viuda de Fernando el Católico y nombrada virreina de Valencia por su hijastro Carlos I, fue muy cruenta, fueron muchos los que murieron en la horca y se alargó durante bastantes años, en 1542 no habían acabado las confiscaciones de los bienes a los "agermanats". La crisis de la Germanía provocó el éxodo rural de la nobleza valenciana a la capital del Reino en torno a la corte virreinal.

 

Esta corte renacentista era alegre y cultivada, de etiqueta y cortesía, con aventuras galantes y duelos, placeres discretos y fiestas artísticas. Con la subida al trono de Felipe II, las antiguas ciudades-estado eran sustituidas por el gran estado territorial. La aristocracia valenciana no quería someterse todavía a las leyes civiles y mantenían su costumbre de dirimir sus disputas con peleas sangrientas entre bandos y a la muerte del Duque de Calabria, tercer esposo de la reina Germana, Valencia se queda definitivamente sin corte.

 

Los edificios valencianos comienzan a presentar elementos italianos en la decoración pero aún solían presentar estructuras góticas. La abundancia de monumentos daba un gran prestigio a la ciudad, cuya belleza todo el mundo elogiaba. Valencia no fue sometida a ninguna ordenación urbana de conjunto ni al rigor geométrico y conservó su configuración bajo-medieval de ascendencia musulmana.

 

 

En 1599 el rey Felipe III celebra en Valencia sus bodas con Margarita de Austria asumiendo la ciudad lo gastos de la boda Real, esto sumado a la falta de trigo y otras carencias produjo la penuria económica del Municipio, provocando el hambre en el pueblo, mientras la aristocracia era cada vez más poderosa. El siglo XVI concluyó con la expulsión de los moriscos decretada por Felipe III, a pesar de que los artesanos y campesinos de esta cultura eran muy útiles y necesarios en el país.

La influencia del Renacimiento italiano se reflejó en la arquitectura, las artes visuales y el pensamiento, dejando un importante legado que ha perdurado hasta la actualidad.

 En resumen, la Valencia renacentista fue un periodo de gran esplendor artístico, cultural y arquitectónico en la ciudad.

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