Desde muy pequeño Víctor Claver ya daba señales de que se encaminaba a ser alguien muy importante para el deporte español y particularmente para el valenciano. A los cinco años ya andaba con una pequeña pancarta de cartulina para recibir en el aeropuerto de Manises a los campeones de la EHF de balonmano "el Avidesa Alcira", que entrenaba su padre, profesor de Física y Química , Paco Claver.
Fue con apenas seis años cuando toco su primer balón en el colegio Maristas, que marcaria su futuro, además eligió el baloncesto porque su mejor amigo jugaba en el prebenjamín del colegio. En aquel momento el joven Víctor ya sacaba dos palmos de altura a sus compañeros y comenzó a marcar el camino que le llevaría años después a debutar en la NBA, con la camiseta de los Blazer. Una gesta que abrió una barrera hasta entonces imaginable. El primer valenciano en debutar en la mejor liga del mundo. Pero tiempo antes de aquel sueño hecho realidad, tubo que recorrer un largo camino, comenzado en la Fonteta y en el equipo cadete del Pamesa.
Con catorce años vivió en la parte superior del pabellón el primer el primer título europeo del conjunto valenciano, esta gesta fue la chispa que inició el deseo de dedicarse al baloncesto como jugador profesional. El ver como dos leyendas del baloncesto valenciano como Víctor Luengo y Nacho Rodilla levantando el trofeo le marcó. Y siete años después, el deporte le permitió sentir esa emoción y el orgullo de ser el capitán del equipo de su tierra y levantar un título continental. Y la vida deportiva cambió en la madrugada del 26 de junio de 2009. Su nombre apareció mucho antes de lo esperado en la selección del Draft de la NBA. Nueva York fue la entrada para su aventura americana en Portland.
Pero más allá de los triunfos y títulos, a Víctor Claver en el baloncesto valenciano se le recordará como un jugador que supo canalizar las criticas, para ser feliz en el deporte que ama, rodeado de su familia y amigos. Y hay una fecha que nunca olvidará, el 15 de septiembre de 2015. Aquella noche en Lille, frente a Grecia en los cuartos de la final del Eurobasket, borro de un plumazo las dudas de sus críticos. Conseguir tres oros con la selección nacional, una medalla de plata y otra de broce ha sido una hazaña increíble para un deportista valenciano.
Referencia: La huella de 150 valencianos-Las Provincias