Joaquín Sorolla y Bastida 1863-1923  (pintor)

Aprovechando la inauguración de la primera exposición en la National Gallery de Londres de Joaquín Sorolla después de un siglo. He incluido a este grande de la historia de la pintura española y valenciana, en la sección de Biografías de Valencianot.

Joaquín  Sorolla,  fue un-pintor español que nació en Valencia el 27 de febrero de 1863-murió-en Cercedilla Madrid el 10 de agosto del 1923.

Joaquín Sorolla fue un pintor español nacido en València el 27 de febrero de 1863 - murió en Cercedilla (Madrid) el 10 de agosto del 1923. En sus inicios compartió un estudio, en una planta baja de la calle Avellanas con José Vilar y Torres, los hermanos Benlliure e Ignacio Pinazo. Sorolla es conocido principalmente por sus pinturas al aire libre, especialmente por sus obras que retratan escenas de la vida cotidiana, paisajes marinos y retratos. Su estilo se caracteriza por su habilidad para capturar la luz y el color de manera vívida y realista.

 

El artista obtuvo reconocimiento tanto en España como en el ámbito internacional. A lo largo de su carrera, recibió numerosos premios y distinciones, y sus obras fueron exhibidas en importantes galerías y museos de Europa y Estados Unidos. Algunas de las obras más conocidas de Joaquín Sorolla incluyen "La vuelta de la pesca" (1894), "Paseo a orillas del mar" (1909), "Triste herencia" (1899) y "Niños en la playa" (1910).  A través de su arte, Sorolla transmitió una visión optimista y vibrante de la vida, capturando momentos de belleza y emoción.

En 1883 consiguió una Medalla en la exposición Regional de València y, en 1884, alcanzó la gloria al conseguir la segunda Medalla de segunda clase en la exposición nacional. En 1888 contrajo matrimonio con Clotilde García en València. Y en 1889 se trasladaron a Madrid. En 1909, expuso su obra en Nueva York, con un éxito sin precedentes. Hasta el punto de que La Hispanic Society of America, le hizo un encargo de catorce murales, que decorarían las salas de la institución: conocida como “Visión de España” que finalizó en 1920. Las obras de Sorolla y Pinazo, junto con el también valenciano Muñoz Degraín, constituyen la base sobre la que se gesta la importantísima renovación de la pintura valenciana de la época y entorno a ellos, surgen gran cantidad de artistas.

Joaquín Sorolla y Bastida, forma parte, junto a su gran amigo Blasco Ibáñez de ese elenco de personajes, de las más solidas y arraigadas de la mitología de nuestra tierras. Superó problemas familiares desde niño, pero viendo su talento le procuraron una formación muy completa, estudió en la de Artesanos y Escuela de Bellas Artes de San Carlos. También recibió de la Diputación Provincial de València una ayuda económica para estudiar en Roma. Y además visitaba con frecuencia el Museo del Prado, donde estudiaba a quien sería su maestro más importante: Diego Velázquez.

 

Pero tenía tal capacidad para aprender, que fue capaz de aprovechar las cualidades de sus profesores y amigos, como: Muñoz Degrain, Ignacio Pinazo, Emilio Sala y Antonio Cortina, entre otros. Ha que recordar de sus profesores de San Carlos, Que el recordó en un mensaje póstumos que fue leído en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Pero no podemos ni debemos olvidar, que Benlliure nació y vivió en una época prolífica para los artistas en València, sobre todo en el último tercio del siglo XIX y primer tercio del siglo XX, donde vivió y trabajó. Pero se estaba convirtiendo en alguien muy importante y sus compromisos le obligaron a trasladarse a Madrid. Pero nunca olvidó la terreta, a su familia y a su gente.

 

Su estilo fue definido muy bien por su amigo Juan Ramón Jiménez “color y solamente color, en apariencia y por placer, Así, nos aparece Sorolla, una fuerza de la naturaleza, como el viento, como el fuego. No es el color de un Anglada, es un color más profundo, entre el vestido y el alma” Este eminente Premio Nobel y Azorín, serán los únicos miembros de la generación del 98, que comprenderán a un genio de la modernidad como fue Sorolla, el valor de su pintura al aire libre y su estilo inconfundible que supo plasmar como nadie la luz y el color de su tierra.

 

En 1894, realiza “Triste herencia” presentándola en la Exposición Universal de París de 1900, consiguiendo el Grand Prix. Gracias a este éxito, València le nombre hijo predilecto y le pone su nombre a una de las mejores calles. Hoy día la estación del AVE lleva su nombre. Después vinieron unos años prodigiosos, con numerosas exposiciones internacionales con numerosos premios, recompensas y condecoraciones, en Berlín 1908, Nueva York en 1909 y en otras ciudades como Boston y Búfalo. En 1920 acaba el encargo dwe La Hispanic Society of America, le hizo un encargo de catorce murales. El esfuerzo fue brutal y no se esto fue la causa que ese mismo año sufriera una hemiplejia pintando un cuadro en su jardín y en el verano 1923 fallecera en la casa de su hija en Cercedilla (Madrid).

 

He tenido la suerte de nacer en Valencia, y poder visitar  el Museo de Bellas Artes San Pío V de Valencia donde exponían medio centenar de obras de treinta “Pintores de entre-siglos”, entre los que se encontraban Joaquín Sorolla, Ignacio y José Pinazo, Francisco Domingo, Emilio Sala, José Benlliure y Antonio Muñoz Degrain. Sobre los temas más recurrentes de la pintura como el retrato femenino y de niños, el paisaje, la pintura costumbrista o el realismo social. Por un lado me dejó maravillado por lo que vi, por otro lado sentí pena, por la decadencia de la sociedad valenciana, al pensar lo que fuimos y lo que somos hoy día.

Información personal

Nombre Joaquín Sorolla y Bastida

Nacimiento 27 de febrero de 1863  Valencia, España Fallecimiento 10 de agosto de 1923  (60 años) Cercedilla, España

Nacionalidad Española 


Familia

Esposa  Clotilde García del Castillo (matr. 1888)

En 1890 nació su primera hija, María Clotilde.

Durante las fiestas navideñas que pasaron junto a la familia de Clotilde en Valencia, la pequeña se puso enferma lo que obligó a Clotilde a quedarse en casa de sus padres, mientras que Sorolla volvía a Madrid.

En 1892, en noviembre, nació en Valencia Joaquín, su segundo hijo. Durante los últimos meses del embarazo, Sorolla estuvo pintando en Buñol, cerca de Valencia, donde la familia de Clotilde tenía una casa. Tras el nacimiento de su hijo regresó a Madrid para cumplir con una serie de encargos.

Mientras que Sorolla viajó a París en 1895, Clotilde regresó a Valencia para dar a luz a su tercera hija, Elena. Como homenaje a su mujer, Sorolla pintó el cuadro Madre, que terminó en 1900.

En resumen, el legado de Joaquín Sorolla perdura hasta hoy, y su influencia en el arte español e internacional es ampliamente reconocida. Sus obras se exhiben en museos de todo el mundo y continúan siendo apreciadas por su maestría técnica y su representación de la luz y el color del mediterráneo.

Referencia: Las provincias "La huella de 150 valencianos".

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