Bye bye Twitter

Para empezar os quiero explicar el motivo del por qué me abrí una cuenta en Twitter. Simplemente fue por curiosidad. Para mí era algo intrigante y me picó la curiosidad, así que necesitaba experimentar por mí mismo y desde dentro lo que era una red social. Por otra parte, la forma como atrapa a personas de diferentes ideas, edades, religión, razas y sexos haciéndose ver como una droga más adictiva y peligrosa que la que se vende en la calle, me ha dejado desconcertado.

En cuanto a mi experiencia en Twitter ha sido muy negativa. Personalmente he  experimentado la intransigencia de usuarios de esta red social, que no aceptan mi opinión y arremeten de mala manera contra mí. Esto me ha  puesto en peligro, sobre todo en  mí capacidad para expresarme libremente. Pero no he sido yo solo, y esto lo esto lo tengo muy claro que son  muchos usuarios/as los que son objeto desproporcionado de un abuso u acoso salvaje en línea “hay quien ha llegado a suicidarse” sobretodo adolescentes. 

Es decir, no tengo dudas que todo está motivado por el odio, el prejuicio o la intolerancia. Cuyo objetivo es silenciar las opiniones que damos libremente sobre un tema. Y solo disfrutan haciendo daño escondidos detrás de una pantalla  y en la oscuridad del anonimato. Algunos te siguen como mi caso con una sola idea venderse, puede ser un escritor que aprovecha la red para vender sus libros, también hay quien ofrece sus servicios como electricista, pintor, albañil, gestor, abogado etc.

En conclusión, la droga del “me gusta” es tan adictiva como la heroína, Ahora digo adiós para siempre a Twitter y a Elon Musk, desilusionado y asqueado de ver como hay personas que son capaces  de mentir, estafar, acosar y atacar escondidas en el anonimato, a todo aquel que no está de acuerdo en lo que escriben, en sus  imágenes y videos manipulados, que cortan, pegan y lo ponen en su muro como si fuera la verdad más absoluta, todo para hacer creer algo que solo es una mentira, que solo exist4e en la mente de esos indeseables.